HAY GENTE QUE PARA AYUDARLA HAY DEJAR DE AYUDARLA
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SAL DEL CAMINO Nunca intentes ayudar a alguien a menos que éste esté listo y tenga la voluntad de ser ayudado. Esto es algo que todos aprendemos finalmente, de la manera difícil. Hasta que la ayuda sea pedida, hasta que exista la disposición para escuchar, para preguntar y desafiar los viejos patrones, tu intento de ayudar será sentido como manipulación, control y resistencia; como tu problema, tu necesidad, tu lucha, no la de ellos. Las defensas se van a hacer más fuerte, las posiciones se endurecerán, y acabarás sintiendo frustración, o sintiéndote superior, débil, o roto. Y los roles espejados de “víctima” y “salvador” te harán sentir más desconectado que nunca del otro. ¿Cómo ayudar realmente? Encuéntralos donde están ahora mismo, Suelta TU sueño de sanarlos o recuperarlos, o iluminarlos. Desacelera, valida su experiencia presente. No intentes imponer tus motivaciones o asumir qué es “lo mejor” para ellos. Tal vez tú no sepas lo que es ‘mejor’. Tal vez ellos son más fuertes, más in...